La facturación es una parte importante de cualquier negocio basado en servicios. No solo proporciona un registro útil de las transacciones de pago, sino que también te permite saber qué servicios se prestaron de manera clara y concisa. Pero, ¿qué sucede cuando necesitas realizar cambios después de que ya se ha elaborado una factura? Un consejo común de contabilidad es usar una nota de crédito o débito en estos casos, en lugar de crear una nueva factura con los añadidos necesarios.
La facturación es una parte importante de cualquier negocio basado en servicios. No solo proporciona un registro útil de las transacciones de pago, sino que también te permite saber qué servicios se prestaron de manera clara y concisa. Pero, ¿qué sucede cuando necesitas realizar cambios después de que ya se ha elaborado una factura? Un consejo común de contabilidad es usar una nota de crédito o débito en estos casos, en lugar de crear una nueva factura con los añadidos necesarios.
La facturación es una parte importante de cualquier negocio basado en servicios. No solo proporciona un registro útil de las transacciones de pago, sino que también te permite saber qué servicios se prestaron de manera clara y concisa. Pero, ¿qué sucede cuando necesitas realizar cambios después de que ya se ha elaborado una factura? Un consejo común de contabilidad es usar una nota de crédito o débito en estos casos, en lugar de crear una nueva factura con los añadidos necesarios.
La facturación es una parte importante de cualquier negocio basado en servicios. No solo proporciona un registro útil de las transacciones de pago, sino que también te permite saber qué servicios se prestaron de manera clara y concisa. Pero, ¿qué sucede cuando necesitas realizar cambios después de que ya se ha elaborado una factura? Un consejo común de contabilidad es usar una nota de crédito o débito en estos casos, en lugar de crear una nueva factura con los añadidos necesarios.